Cada año llegan a Handanuma cisnes desde Siberia, que dejan las temperaturas extremas por otras más templadas para cumplir con su ciclo de reproducción. Permanecen hasta el mes de marzo, en que los polluelos consiguen completar sus plumajes para el vuelo.
Texto y fotos: Milagros Aguirre
Handa es un pequeño pantano que se encuentra en la ciudad de Otawara, en la provincia de Tochigi. Es un paisaje que invita al ensueño, el amanecer es muy frío con termómetros a seis grados negativo, pero a medida que el sol aparece en el horizonte azul los cisnes, que duermen entre los juncos a la vera del pantano, van desperezando haciendo presencia en el paisaje con sus bella siluetas en contraste al colorido fondo del amanecer.
La temperatura va subiendo y el movimiento del pantano también. A esas horas de la mañana el graznido que emiten las aves es apacible, como un arrullo que nos arropa, de una sensación fecunda, no existe sonido alrededor, solo la vida de estos seres que se desplazan lentamente esperando el sol en su total esplendor.
La vista se vuelve grandiosa ante el primer vuelo, la madre que es la guía del grupo llama a sus polluelos, estos se diferencian por ser de un color ceniciento.
La madre recibe respuesta de toda la familia que la conforman; toman espacio, se alinean y corren velozmente aleteando sobre la superficie del agua hasta impulsarse a los aires. ¡Es fantástico!