Camina detrás de cuatro Acllas, las escogidas o llamadas también Vírgenes del Sol, avanza a paso lento, cuidadosamente, demostrando que nada ha dejado a la improvisación. Le sigue su Coya, que es el nombre que recibe como esposa principal del inca, más atrás caminan otras Acllas y los sacerdotes. Todos toman sus lugares, con él, como Inca, al centro. Imponente con su metro ochenta y el brillo de la mascaipacha, porta el topayauri en la mano derecha, imperturbable.
Así comienza la puesta en escena de “Ilusión Andina”, representación del Inca y su séquito. El personaje que interpreta al inca es el peruano Danilo Ronald Sánchez Matos, médico cirujano y otorrinolaringólogo, quien viajó de Lima a Tokio junto a su esposa, para visitar a su hijo Ronald y quienes por casualidades de la vida terminaron sobre el escenario de un teatro de la ciudad de Tsurumi, en la prefectura de Kanagawa, a más de 15 mil kilómetros de su hogar.
“Interesante y muy bonito, me siento contento y satisfecho con esta experiencia en un país extranjero, se siente la lejanía y se extraña al Perú —confesó Danilo Sánchez—. Desde la época del colegio siempre estuvimos apoyando y participando en las actividades de mi hijo”.
Ronald, el hijo, cuenta que sus padres llegaron a Japón un sábado por la tarde y que el domingo él tenía reunión con el equipo responsable del evento, del que era parte. Ellos lo acompañaron a la charla, y ahí fue que los invitaron para personificar al inca y a la coya. Aceptaron casi de inmediato.
Luis Kuboyama, director del Grupo Cultural Quinto Suyo, organizador del evento Vientos y Semillas de los Andes II, el pasado octubre, al ser consultado sobre cómo eligió al Inca respondió que no fue nada planeado y que invitó al padre de Ronald para participar como sacerdote. “Por esas cosas que pasan quien hace siempre de inca no podía participar ese día —recuerda Kuboyama—, al ver la estatura del papá de Ronald decidimos ponerlo como inca y preguntamos si su esposa estaría dispuesta a acompañarlo y comenzamos los ensayos con ellos”.
El médico peruano dijo también que “Este tipo de trabajo, de los artistas y organizadores, debería tener mayor difusión y cobertura, en especial para que los hijos de los peruanos en Japón puedan conocer los orígenes de la cultura de sus padres“.