Rafael Hirose, conócelo un poco más

«Cada momento es único, no se repite. Por ejemplo, puedes regresar al mismo lugar cien veces y las cien veces será una fotografía diferente».

Rafael_Hirose

(Estas entregas son para que conozcas a quienes con sus trabajos hacen posible publicar la revista Kantō)

Rafael Hirose, peruano, lleva en Japón 26 años y tiene una pasión que comenzó al otro del océano: la fotografía. «Sí —dice—, es algo que vengo practicando más o menos ya 30 años. La primera cámara que usé fue la de mi papá, una réflex Pentax totalmente manual, ni fotómetro tenía». Se inició con la fotografía analógica, aquella de rollos de película en blanco y negro que él mismo revelaba. Las de color las mandaba a un estudio porque los equipos eran costosos.

Considera que solo es un aficionado porque no pretende dedicarse a la fotografía de manera profesional. Es un escape de la rutina diaria, de las largas horas de trabajo: lo relaja y lo divierte. «Comenzó como un pasatiempo, pero se volvió algo más. Nunca salgo sin mi cámara en los días de descanso y las fotos que tomo se vuelven una clase práctica de procesado o revelado digital, al volver a casa».

Además, sabe que ir a hacer fotos, es la excusa para aventurarse a conocer nuevos lugares o retornar a los ya visitados, y para pasar el día juntos con su hija y su esposa.

Hay un fotógrafo que es una gran influencia para él: su hermano Edi, reconocido artista peruano. También le interesan aquellos que fotografían paisajes y naturaleza, aunque nadie en especial. Es asiduo a las imágenes que publica National Geographic, debido a su gusto por la fotografía de paisajes, fauna y flora.

Cuenta que lo que intenta expresar con sus imágenes es que «cada momento es único, no se repite. Por ejemplo, puedes regresar al mismo lugar cien veces y las cien veces será una fotografía diferente». Quiere compartir lugares, momentos, experiencias.
Su gran reto es aprender un poco más la técnica de retratos.

Una anécdota: «En mis inicios en la fotografía, con un amigo abrimos nuestro pequeño estudio, por esas épocas estaba muy solicitada una fotografía en B&N de un tamaño especial de 5×5 cm. para postular a un sorteo para la visa americana. Nos fue muy bien, ya que mucha gente envió sus papeles para esa visa. Sacábamos para nuestro fin de semana y para los gastos de utensilios fotográficos. Hasta que se acabó el dichoso sorteo y al poco tiempo tuvimos que cerrar. Fue la única vez que gané dinero con la fotografía».▲

ASHIKAGA FLOWER PARK

Ashikaga_Flower_Park_3

Ashikaga_Flower_Park_1

Autor: Kike Saiki

Comparte en

Deja un comentario. Puedes usar tu cuenta de Facebook, escribes y solo haces clic en el ícono. ¡Gracias!

A %d blogueros les gusta esto: