Peruano gana concurso de oratoria de idioma francés en Japón.

Jaime Mantilla Fujimoto, como estudiante de la TOKAI University ganó el 45ème Concours National d’Eloquence Française, un  concurso nacional universitario en Japón de oratoria del idioma francés, organizado por la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto.

Jaime Fujimoto

 

A Jaime lo conocí cuando tenía alrededor de 12 o 13 años, hacía cuatro que sus padres lo habían traído del Perú. Todos le decían Jaimito. Llamaba la atención por su estatura, pasaba del metro y medio, era más alto que los chicos de su edad. Cuando me encontré con él tres años después, había estirado como unos diez centímetros. Ahora que lo vuelvo a ver es como si nunca hubiera dejado de crecer.

Y en ese proceso de su desarrollo su empeño lo ha llevado hasta Francia y sin proponérselo se convirtió en un estudiante muy popular en el Campus Shonan de la TOKAI University al ganar el concurso de oratoria de idioma francés en noviembre pasado. Esta celebridad se debe a que es la primera vez que lo gana un estudiante de origen extranjero; es la primera vez, en los 45 años que lleva el concurso, que lo gana una universidad en la que el francés es la segunda lengua y es la primera vez que su centro de estudios se lleva el primer lugar. Ha cerrado este ciclo de su vida hace hace algunas semanas atrás cuando se graduó de la facultad de Relaciones Internacionales como el primero de su clase.

Tres días después de bajar del avión, hace 14 años, Jaime ya asistía a su primer día como estudiante en una escuela primaria en la ciudad de Hadano, prefectura de Kanagawa, tenía apenas 8 años. Fue extraño para él, no sabía el idioma, no entendía nada, no conocía a otro japonés mas que a su abuelo, hasta ese día nunca había probado comida japonesa. Pero dice que tuvo suerte, siempre lo trataron como a uno más del grupo, sin discriminaciones. Aunque al comienzo se le acercaban por curiosidad, cuando se integró al equipo de fútbol pudo hacer muchos amigos.

45ème-Concours-National-d’Eloquence-FrançaiseSu discurso Avoir ou non la double nationalité  (“Tener o no la doble nacionalidad”), habla sobre las matices y lo que significa en Japón optar por la nacionalidad japonesa, donde las leyes vigentes obligan a la persona a renunciar a la nacionalidad de origen. Aunque dice que tuvo que editar algunas líneas de su trabajo original debido a las reglas del concurso que podían tomarse como opiniones políticas, tiene bien en claro que no es justa esta obligación y que eso fue lo que lo detuvo para no iniciar los trámites de nacionalización nipona. “Renunciar a mi nacionalidad de nacimiento es como borrar una parte de mi vida, eso me desanimó a solicitarla”, dice.

Comenzó sus estudios de francés desde el primer año universitario, quedó fascinado con el idioma cuando asistió a algunas clases durante su época en la secundaria superior (Koukou).

En 2012 fue la primera vez que viajó a Francia, a la Universidad de Borgoña (Université de Bourgogne), lo hizo como parte de un grupo universitario, cuenta que de 50 estudiantes que solicitaron una vacante, él fue elegido entre los 14 seleccionados con mejores notas. “Me gustó su gente, me quedé impresionado por la forma de vida allá, por ese espíritu de libertad tan grande que hay, por el buen sistema que tiene la educación superior pública”. En el 2013 volvió a Francia por su cuenta, se hospedó con una familia en Ruan, para mejorar su francés. Estuvo un mes compartiendo con ellos.

En el certamen participaron 24 estudiantes de 13 universidades niponas. Después de las exposiciones fueron seleccionados diez finalistas quienes pasaron por entrevistas individuales. Jaime recuerda: “Como en mi exposición hice una introducción sobre la historia de mi vida, mi cultura de origen, el Perú y mi experiencia personal de vivir con una nueva cultura, durante la entrevista me preguntaron sobre la comida peruana, mi identidad, y los motivos del que no solicitara la nacionalidad japonesa. Lo hice ágil, divertido, les recomendé que probaran el arroz con pollo con papa a la huancaína, que es mi plato preferido”.

Jaime ha tenido que vencer su timidez de hablar en público. No le gusta mucho las fiestas. Tampoco se considera un estudiante excepcional, “No crean que porque gané el concurso, soy un estudiante fuera de serie. Soy normal, mis primeros años en la universidad fueron complicados, pero siempre me esforcé. He tratado de ser mejor, para agradecer el esfuerzo de mis padres que dejaron toda una vida atrás para comenzar otra en un país lejano y brindarnos bienestar a mí y a mi hermana. Les digo a los jóvenes como yo, no importa que se equivoquen varias veces hasta encontrar lo que les gusta hacer. Confíen y respeten a sus padres”.

También tiene palabras de agradecimiento para sus dos profesores que lo han asesorado y ayudado permanentemente: Koremura Nobuaki y Fukai Yosuke.

Entre febrero y marzo volvió a Francia, a la Universidad de Boloña, como parte del premio ganado. Un mes con estadía pagada y los boletos del avión. ♦

Publicado en la revista digital Kantō número 4, páginas 82 – 85:
http://issuu.com/revista_kanto/docs/revista_kanto_n4/83?e=9319317/7285079

Jaime Mantilla Fujimoto

Jaime y su familia: su abuela, su madre, su padre y su hermana.

Jaime y su familia: su abuela, su madre, su padre y su hermana.

Autor: Kike Saiki

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