Una muestra fotográfica en Tokio que retrata a ocho mujeres migrantes hispanohablantes en la cotidianidad de sus vidas rinde homenaje a las más 30 mil de ellas, latinoamericanas y españolas, que residen en el país, en el Día Internacional de la Mujer. La exposición inaugurada en el Instituto Cervantes de Tokio, por la fotoperiodista Elizabeth Coll, permanecerá abierta hasta el 8 de abril. “Son los rostros y pequeños extractos de unas vidas que transcurren en interculturalidad bajo un denominador común, el idioma español y la cultura que las une”, según la nota de prensa del Cervantes. “Las mujeres extranjeras residentes en Japón no aparecemos en el imaginario visual. Este ensayo surge de mi admiración y amor hacia la cultura de la mujer latina y hispana, de las amigas. Quería enmarcarlo, darle la luz y espacio que merece”, explica la autora, de origen estadounidense y conocedora del idioma español. Elizabeth Coll cuenta historias con video, fotografía o texto. Neoyorkina de nacimiento, aprendió español en Barcelona y más tarde vivió ocho años en México. En Estados Unidos fue colaboradora especial del periódico mexicano La Jornada y retrató la vida de los migrantes mexicanos en Nueva York. Reside en Tokio desde 2017 y colabora con medios y artistas del país. Paralelamente a la muestra, tendrá lugar el encuentro “Escuchémonos sin fronteras. Las hispanas en Japón ante la pandemia”. Destacadas mujeres de Bolivia, Venezuela, Colombia, México, Perú y España compartirán sus experiencias en Japón, así como los retos y desafíos que la pandemia ha supuesto en sus vidas y comunidades migrantes. El evento tendrá lugar de forma remota y presencial en el Instituto Cervantes de Tokio el próximo día 13 de marzo. De acuerdo a datos del Ministerio de Justicia japonés de junio de 2020, aproximadamente 34.000 mujeres de América Latina y España residen en el archipiélago. De este dato, 23.116 son peruanas, 2.850 bolivianas, 1.314 argentinas, 1.144 españolas, 1.153 mexicanas y 1.319 colombianas, entre otras nacionalidades, información proporcionada por el...
La foto de portada de la edición 10 de la revista digital fue trabajada por el fotógrafo Dante Nishio, que fue una forma de tributo visual al fotógrafo japonés Masahisa Fukase. Nishio nos cuenta la historia detrás de la misma. Por Kike Saiki —¿Cómo llegaste a saber del fotógrafo Masahisa Fukase? —Fue hace algunos años, en el marco de una investigación sobre fotógrafos japoneses. Por ese tiempo andaba obsesionado con las técnicas: en que todo esté impecablemente compuesto, perfectamente enfocado, gloriosamente iluminado; las fotografías de Fukase eran la antítesis de todo eso que yo buscaba, no obstante, transmitían, tenían personalidad, invitaban a, dejaban entrever, evocaban sentimientos… Un ojo no entrenado podría pensar que las fotografías de Fukase fueron hechas con desidia, tal vez sin mirar a través del visor, o que cualquiera puede hacer lo que él hizo. Pero cuando ves trabajos como “Karasu” y sopesas cosas como la poca iluminación, el movimiento de los cuervos y el hecho de haber trabajado con película, te das cuenta de que hay mucha pericia, experiencia y conocimiento como trasfondo. Creo que su forma de llevar el aislamiento y la tragedia a tales niveles de profundidad y abstracción fue lo que me enganchó a él. —¿Cómo se te ocurrió la idea de armar el homenaje con tus fotos? —Hace algunos meses conmemorando el cuarto aniversario de su fallecimiento, comenzaron a salir en la red algunas publicaciones sobre él, sus trabajos, su vida. Su nombre volvió a retumbar en mi cabeza. Coincidentemente se acababa el plazo para el cierre de edición de la número 10 de Kanto. Unos días después salí con la cámara en busca de gatos para una serie que tenía pendiente, fue entonces que se me cruzaron algunos cuervos, sus graznidos penetraron en mi cabeza y Masahisa Fukase volvió a aparecer. —¿Cómo fue el trabajo fotográfico que hiciste? —Básicamente tuve que salir a buscar y fotografiar cuervos, si bien tenía algunas fotos de archivo, no me servían para lo que pretendía hacer, por lo que tuve que empezar desde cero. Fantaseo con que Fukase me dio una mano y me envió algunos, o quien sabe, vino personalmente él en forma de uno. —¿Cómo fue el proceso de edición? —Sonará extraño pero este proceso comienza para mí al momento de hacer la foto. Al no usar programas de diseño gráfico para componer...