EL TIEMPO NOS CONDUCE
EL TIEMPO NOS CONDUCE
A nosotros los mortales el tiempo nos conduce.
Ha llegado el invierno y en él me fundo en los helados vapores,
paso a ser parte de esa naturaleza casi inmóvil e imperceptible de grises matices.
Sobre las peladas ramas de los árboles que se extienden en el camino, las grullas en su vuelo trazan la linea tensa que las sostienen a la vida; como flechas,
como misiles dirigidos desde algún punto que no les permite subsistir,
atisban su improvisada morada y se sumergen en ella desapercibida entre el vaho y la escarcha de las horas más heladas de la madrugada.
Se equilibran manteniendo con rigidez dócil sus pensamientos más profundos,
aguardando el momento para elevarse al vuelo devuelta a su espacio que son los aires, donde divisan la luz y solo así percibimos su existencia.
Hace mucho frío, suficiente para mantener danzando a los demonios evanescentes de mis anhelos.
(Milagros Aguirre)