Colaboración de River Rock
Era un día de verano, no recuerdo bien, también pudo haber sido primavera, no importa. Me encontré con la protagonista de esta historia en la casa de mi hermana, en Shonandai (Fujisawa-shi). La agraciada señorita me contó una de las historias más espeluznante que hubiese escuchado hasta ese momento.
La fábrica donde ella laboraba, XYZ Denshi Kogyo, tenían dos turnos (diurno y nocturno). Era un domingo por la noche, mejor dicho ya entrada las primeras horas del lunes. Ese día había entre 10 a 12 operarios incluyendo a la protagonista.
Entre la 1 y las 2 de la madrugada fue cuando Fchan decidió subir hasta el piso superior para utilizar los baños femeninos,
esa noche era la única mujer en el plantel ya que sus dos compañeras no asistieron al trabajo. Al llegar al piso superior solamente las luces del pasillo estaban encendidas.
Pasó por el comedor, las oficinas, los vestuarios y llegó al baño. Encendió las luces y se dio cuenta de que el último de los cubículos individuales, tenía la puerta cerrada. Eso no podía ser, ella era la única mujer en el turno de ese día, para colmo en el descanso del almuerzo había subido y las puertas estaban todas abiertas.
Se fue acercando lentamente preguntando: “¿Hay alguien allí? Por favor conteste, ¿hay alguien ahííííí?
Cuando escuchó que algo se movía dentro del cuarto dio un salto del susto y salió corriendo. Al momento de alcanzar el pasillo escuchó que alguien salía golpeando la puerta. Comenzó a correr sin tiempo para darse vuelta, hacia las escaleras, estaba desesperada y la garganta cerrada por el terror. Sentía que alguien estaba tratando de alcanzarla, no eran pasos, parecía que se deslizaba emitiendo un Shhhh Shhhh… como el silbido de una serpiente.
Corrió, corrió, corrió…
Sentía que esa cosa estaba más cerca. Cuando llegó hasta las escaleras salvadoras, sintió el silbido jadeante como un soplido acariciando sus cabellos. No aguantó y dio el grito más fuerte que pudo. Bajó gritando desesperada hasta que vio a su jefe. No podía emitir palabras, solo lloraba y señalaba hacia arriba.
De a poco comenzaron a juntarse. Era tanta la desesperación de la flaca, que tardó un par de minutos en explicar lo sucedido.
El jefe ordenó dividir el grupo, algunos tomaron caños, martillos y se dirigieron al piso superior, un grupo por la escalera por la cual bajó Fchan y el otro grupo, por la escalera del fondo. Dos se quedaron cuidando la única puerta de salida-entrada. Si había alguien, no podría huir.
Subieron, encendieron todas las luces, no había nadie en el comedor, tampoco en las oficinas, el baño de las mujeres estaba desierto, revisaron todas las ventanas y estaban trabadas, el baño de los hombres en la planta baja, los vestuarios (masculino y femenino), el sector de máquinas y depósito. Después de casi media hora de revisar todo, no encontraron a nadie que no fuera de la empresa.
Hasta que uno dijo: “esta fábrica fue construida sobre una zona, donde antiguamente, era un cementerio…”
Hasta los más escépticos, supieron que el pavor y la contundencia de las palabras de Fchan, no eran mentiras.
A partir de ese día, comenzó la leyenda del fantasma de la XYZ Denshi Kogyo.
Ninguna mujer quiso trabajar de noche…
De vez en cuando encontraban las luces encendidas del baño de mujeres, agua en los pasillos y un ambiente un poco pesado.
La mayoría de la gente del turno noche evitaba subir al segundo piso.
(Lee aquí el desenlace de esta historia: “El fantasma de XYZ Denshi Kogyo”)
